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ASEDIO Y ENTROPÍA

 

Esta instalación la componen dos piezas tituladas Asedio y Entropía, que conjugan los lenguajes visual, escultórico y sonoro.

 

“Asedio” representa el movimiento de distintas letras, escaladas en origen con el número aúreo 1,618, que serán tamizadas por el sentido del oído, sin posibilidad de releerse ni transformarse en señales eléctricas. Aquí están las palabras sin voz, editando recuerdos que asedian al orden mental.

 

“Entropía” refiere a la estabilidad de un sistema de la naturaleza con una  escultura realizada con las proporciones aúreas, que se proyecta  en el mundo del orden.

 

La obra sonora creada a partir del trabajo escultórico y audiovisual se basa en la serie de Fibonacci y, más concretamente, en la sucesión numérica (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55), en la que cada número a partir de la tercera cifra, es la suma de los dos anteriores. Así, la relación entre cada número y el anterior, 1, 2, 3/2, 5/3, 8/5 tiene como límite el número aúreo (1,618 … ).

 

La disposición de notas que conforman los movimientos melódicos de esta pieza es el resultado del cálculo interválico cuyos valores de tonos y semitonos constituyen las variables tomadas a partir de la sucesión numérica descrita. A lo largo de la pieza se propone un juego de sonoridades, silencios y combinaciones provocadas por alternancia de tonos y semitonos, todo ello en una búsqueda de posibilidades tímbricas, rítmicas, melódicas y armónicas.

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